Los días 29 y 30 de diciembre hemos tenido en la casa de Navaluenga una convivencia con los monitores que este curso se están encargando de animar los distintos talleres de los GRyS. Estos monitores son alumnos de primero y segundo de bachillerato que están ayudando a sus compañeros más pequeños en la reflexión y en el aprendizaje de técnicas y habilidades que ellos saben hacer y que les están mostrando en los diferentes talleres.
Además de los monitores también han asistido a esta convivencia antiguos alumnos del colegio, ya universitarios, que este verano participaron en la Jornada Mundial de la Juventud, en Cracovia.
Han sido dos días intensos
en lo que ha habido tiempo para la reflexión, la diversión, la oración y
el estar juntos compartiendo la vida y las cosas que nos preocupan.
El tema sobre el cual ha girado la convivencia ha sido el amor. En un primer momento hemos reflexionado sobre cómo Dios nos ama, tratando de descubrir como el Amor gratuito e incondicional de Dios ha estado presente en nuestras vidas.
Después nos hemos detenido en pensar qué es
el amor y en cómo lo vivimos en nuestras relaciones cotidianas.
Finalmente, hemos puesto nuestra mirada en el futuro: ¿cómo podemos ir
respondiendo al amor gratuito que recibimos de Dios y de las personas
que verdaderamente nos quieren?
La convivencia entre nosotros ha sido genial: nos hemos divertido, nos hemos escuchado unos a otros y, sobre todo, hemos dedicado tiempo a reflexionar sobre nosotros mismos y sobre aquellas cosas que nos preocupan, pero que no solemos pararnos a pensar sobre ellas.
Esperamos que esta convivencia siga ayudando a los chicos a
crecer como personas y como cristianos y, especialmente, les siga
animando a continuar esta labor que con tanta generosidad e ilusión
están haciendo con sus compañeros más pequeños en los talleres de los
GRyS.
