Ya dijimos que esperábamos agradecidos y con
muchas ganas la siguiente visita, y así ha sido.
Nuestros mayores, como todos los viernes de cada
mes que nos reunimos, ya nos esperaban con sus sonrisas y brazos abiertos.
Además de otras sorpresas que nos habían ido preparando con motivo de la
clausura del V centenario de nuestra Santa.
Pero no os penséis que nosotros nos quedamos
atrás. Nada de eso. Nuestros chicos, habían preparado también con muchas ganas
otras sorpresitas para esta celebración.
Comenzábamos la tarde con una presentación del taller
que íbamos a realizar, y para dar tiempo a nuestra pequeña actriz, María,
nuestros mayores, comenzaron a cantarnos una canción de Santa Teresa.
Es bonito escuchar esas frases en las voces de
nuestros mayores, voces que nacen fruto de su experiencia, cariño y trabajo
para nuestra Santa.
Y como lo prometido era deuda, María, una vez
transformada, salió al centro del salón. Un monólogo que nos dejó a todos con
la boca abierta y que enmudeció la sala. Todos observábamos y escuchábamos, lo
que nuestra mini Santa Teresa iba narrando de su historia personal hasta el
final de su vida.
A continuación nuestros chicos, ayudados un poquito,
pero sólo un poquito de los monitores, buscaron un pequeño corto sobre la vida
de Santa Teresa y las fundaciones que esta “maravillosa loca” fue realizando a
lo largo de su vida.
La tarde iba terminando allí con ellos, pero no
sin antes despedirnos, con una poesía recitada por Alejandro, uno de nuestros
mayores favoritos.
Y que decir de Alejandro, sólo que, cada vez que
estamos allí, vuelve su alma joven y alegre, mostrando un rostro de la
ancianidad, que a muchos nos gustaría tener cuando lleguemos a él.
La canción conjunta entre mayores y pequeños del “Nada
te turbe”, fue el punto y final de este día y este taller, y aunque Álvaro
intentaba entonar con gran precisión, Sor Gregoria, con su espíritu tan jovial,
fue la que tomó las riendas de la canción.
Otra tarde inolvidable e impagable. Pero con la
frase que nos quedamos, proviene de alguien que para los GRyS es muy especial y
que los resume todo:
Hay cosas que el dinero no compra y el conocer a
los demás, por lo que viven, sienten, se alegra y en ocasiones, a veces sufren, no tiene
precio. Me gustaría que leyerais la reflexión que hace otra de nuestras alumnas
GRyS en su blog a cerca de la felicidad. Pinchad en el enlace y lo
descubriréis:
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