Durante la semana han buscado pañuelos, mantones, chalecos, claveles... para poder elaborar sus disfraces y que no les faltase nada. ¡Hasta han pedido prestado a sus padres elementos de sus trajes de novios para convertirlos en trajes de chulapos!
Los abuelos, por su parte, tampoco han defraudado esperando a los jóvenes ataviados con todo lujo de detalles: claveles y pañuelos para ellas y claveles y boinas para ellos, además de un bonito photocall para inmortalizar cada segundo de la tarde.
En un primer momento se han saludado, han compartido qué tal les ha ido estas dos semanas y se han hecho unas fotos juntos... Después, han tomado juntos un chocolate con churros, elaborado por los trabajadores de la residencia con mucho cariño y servido con el mismo trato por los alumnos. Una vez cargadas las pilas con esta genial merienda... ¿Quién se atrevía a decir que no había fuerzas suficientes para poder bailar un poco? Aunque algunos remoloneaban porque la vergüenza les invade, todos han podido disfrutar bailando o viendo bailar a otros.
Y así llegó el final de la sesión, entre trajes, sonrisas, claveles, mantones, chalecos y boinas de chulapos.
El próximo día 1 de junio nos volveremos a ver para compartir de nuevo con los abuelos una de esas tardes tan especiales. ¡Apunta la fecha con tiempo y reserva esa tarde del viernes para disfrutar con ellos! Seguro que no te arrepentirás.
Nos despedimos con el vídeo resumen de ese bonito día: https://photos.app.goo.gl/ZwIm7qjzGnbwMF853
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