Eran las 5 de la tarde del viernes cuando
nos encontrábamos con los que iban a ser nuestros compañeros durante el fin de
semana. A eso de las 6 llegábamos, por fin, a Navaluenga.
Tras el reparto de habitaciones, comenzaba
la dinámica de presentación. Una actividad en la que cada uno de nosotros debía
escribir en un "post-it" (que no "posit") su color,
asignatura y comida preferidos, una cualidad que le definiese y un estilo de
música que le gustase, para, posteriormente, buscar las personas más afines a
él. La actividad transcurrió de una forma divertida y terminaba
con el "reto" de saberse los nombres de todos.
Después, nos juntamos en el salón para ver
los vídeos del concurso Clipmetrajes y analizar lo que los compañeros
de los distintos cursos habían intentado transmitir en cada uno de ellos.
Tras una cena que supuso algún sacrificio
por no comer carne; nos disponíamos a ver "Gran Torino". Sin duda,
fue una película dura pero cargada de enseñanzas.
A la una y media: todos a las
habitaciones. Aunque era la hora de dormir, el tiempo de descanso no llegaba
hasta unas horas más tarde, para las mayores, y hasta casi el amanecer, para
los más pequeños.
La mañana del sábado fue una mañana muy
agradable. La comparación entre el joven rico y Zaqueo nos dejaba grandes
interpretaciones de los distintos grupos que demostraron tener mucha
imaginación.
Comentamos qué era lo que más destacábamos
de la película y vimos el cortometraje "Cuerdas", ganador del Goya al
mejor cortometraje de ficción, que a más de uno nos hizo soltar alguna lagrimilla.
Después, tuvimos tiempo de reflexión personal y nos juntamos con nuestro grupo
de reunión habitual para comentar nuestros propósitos y compromisos en este
tiempo de Cuaresma.
Una Eucaristía llena de cantos cerraba
nuestra segunda Convivencia del curso.
Son varias las convivencias que <<llevo a mis espaldas>>, y de todas ellas extraigo algo: una
frase, una imagen, un vídeo, una persona, o simplemente un gesto o mirada de
alguien al que has <<dado vueltas>> pasado un tiempo. Creo que las
convivencias son una gran oportunidad para <<echar el freno>>, estar atento a lo que los monitores te
dicen, los detalles de la película o las dinámicas realizadas; y pararte a
pensar. En la sociedad que vivimos, vamos muy rápido y nos dejamos pasar por
alto demasiadas cosas que, cuando te paras a pensar, te das cuenta de lo
importantes que son.
En esta convivencia he aprendido que con
poco podemos hacer mucho; que no debemos quedarnos quietos y que la sociedad
nos diga qué debemos hacer; debemos romper con lo establecido y empezar a
cambiar el mundo. Recordad chicos, It's time to
change.
Gracias a todos los que habéis hecho
posible esta convivencia, ¡hasta pronto!
Raquel Gómez Manrique, 1ºD Bach. (Dioce
“Asunción”)
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